Los Microorganismos Eficientes conocidos por sus siglas en inglés (EM) consisten en
productos formulados en forma líquida que contienen más de 80 especies de
microorganismos, algunas especies son aeróbicas, anaeróbicas e incluso especies
fotosintéticas que pueden desarrollarse juntas.
Los ME han mostrado efectos beneficiosos para el control de olores en el tratamiento
de aguas residuales y manejo de residuos sólidos y líquidos generados por la
producción agrícola, entre otros. Su origen se remonta a los años sesenta en Japón,
con sucesivos cambios a lo largo del tiempo. Uno de los momentos más importantes en
el desarrollo del producto fue en 1982, cuando el profesor de horticultura Teruo Higa,
de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Ryukyus en Okinawa, presentó la
formulación comercial conocida como ME para el acondicionamiento biológico de los
suelos. . Como tecnología, la EM consiste en el cultivo microbiano mixto de especies
seleccionadas de microorganismos que coexisten a un pH aproximado de 3,5.
Los EM son una mezcla de tres grupos de microorganismos completamente naturales
que se encuentran comúnmente en los suelos y en los alimentos. EM contiene:
• Lactobacillus, similares a los que se utilizan para hacer yogurt y queso.
• Levaduras, como las que se utilizan para hacer pan, cerveza o vino.
• Bacterias fototróficas o fotosintéticas, habitantes comunes de suelos y raíces de
plantas.
Estos microorganismos no son dañinos, tóxicos ni modificados genéticamente por el
hombre; por el contrario, son naturales, beneficiosos y altamente eficientes. El
descubrimiento del Dr. Higa consistió en encontrar la manera de que estos tres grupos
coexistieran, creando una combinación que tiene un efecto sinérgico, es decir, la tarea
del equipo es mayor que la suma de sus miembros individuales.
EM, debido a la presencia de bacterias fotosintéticas en su composición, tiene la
propiedad de neutralizar los malos olores y prevenirlos. Las bacterias fotosintéticas
transforman las sustancias que producen malos olores (metano, mercaptano, sulfuro de
hidrógeno, amoníaco, etc.) en ácidos orgánicos que no producen malos olores y no son
nocivos para el ser humano. En este sentido, EM se puede utilizar en engrasadores,
baños, cocinas, habitaciones con olor a humedad o humo de tabaco, zapatos, ropa y
en lugares ocupados por mascotas, perros u otros animales, etc.
Los lactobacilos o bacterias del ácido láctico producen sustancias que aceleran la
descomposición de la materia orgánica, por lo que la EM permite reducir el tiempo de
compostaje. Estos microorganismos también producen sustancias que ayudan a
controlar algunos patógenos que atacan a las plantas. Las levaduras, por su parte,
producen sustancias que actúan como hormonas naturales que favorecen el
crecimiento y desarrollo de las plantas.
EM induce a la materia orgánica a descomponerse rápidamente a través de la
fermentación y no de la putrefacción. Dado que las moscas prefieren que se desarrolle
este último, el uso de EM reduce la población de moscas. EM tiene la ventaja sobre los
insecticidas de que es completamente seguro y no tiene riesgo de intoxicación, lo que
lo hace especialmente indicado para aquellos lugares donde se manipulan alimentos o
frecuentan niños o personas irresponsables.